Durante este fin de semana ya le he dado casi los toques finales, el trabajo se ha hecho más largo de lo pensado.
La última vez me quedé dándole la última capa de acabado con el barniz, y quedaron las dos piezas casi terminadas. De camino aproveché y le di también a las puertas y a la estatua interior y este es el resultado.
Una vez secos, le pegué el cable en la parte interior de la habitación por una esquina para que no se vea con la pistola de silicona caliente dejando 2 rabos largos uno por arriba y otro por abajo. Para pasarlo le hice un agujerito con un boligrafo antes de darle la escayola y dejarlo preparado.
Como eso se queda fijado al instante, ya puedo montar las puertas en su sitio definitivo. Las fijo con una chincheta como la de los adornos en las pestañitas que le pegué de cartón con un poco de cola blanca en el lado exterior por donde queda cogido a la pared.
Ahora, con el mismo papel ondulado de las columnas hago el techo, cortando dos piezas largas y una que será el remate superior. Para hacer la inclinación del techo a dos aguas, tomando como plantilla la pieza central del techo, hago dos triangulitos de corcho blanco y se los pego a dos retales que corto del mismo tamaño de cartón pluma que tenía en casa para darle consistencia. Sobre el cartón pluma y con cinta de doble cara pego el cartón ondulado y ya queda preparado para pintarlo.
Y ahora el trabajo que más guerra me ha dado, que es pintar las columnas. Como lo he dejado para el final porque no tenía claro como acabarlas, las he terminado con pintura rojo caldera de manualidades que he comprado a buen precio con otra albero que ya diré para lo que es. He tardado casi una mañana en pintarlas todas y el techo y ya está listo para pegar las dos partes.
Por la tarde del sábado, pegué las dos partes con sumo cuidado procurando que queden la base de cada columna en el cuadrado sin tratar que dejé en el suelo. Casi todas quedan en su sitio, pero habrá que repasarlas. Le pongo cola en cada base de cada columna, lo pongo en su sitio y le pongo para que apriete una caja de cartón con catálogos de mi trabajo, que pesan tela, y que se seque.
La verdas es que las columnas aguantan. El domingo ya seco, me dediqué aotras cosas, que explicaré aparte y a repasar todas las zonas con cuidado: primero con escayola y dejar que seque, luego con pintura blanca y dejo que seque.
Aparte he preparado el suelo con trozo de panel que tenía y he cortado un rectángulo de las dimensiones del suelo con 10 cm de más. Luego he cortado varios listones de 5 cm. de ancho y los he pegado por el borde. Una vez seco, le he hecho con el metodo del clip y la vela, los dibujos de las piedras del suelo, esta vez rectos en vez de contorno irregular. Luego escayola y cuando ha secado lo he pintado con la pintura ocre que compré con la roja. Todo esto durante el finde, en los ratos que no podía seguir con el templo en sí por motivos de secado.
Una vez seco, hoy lunes por la tarde le he dado el barniz y a las zonas reparadas del templo y a secar. Por la noche ya secos a ultimar.
Primero le pongo un portalámparas para una bombilla tipo frigorífico, como todas mis casitas. Para cogerlo, le pego un añadido cuadrado de corcho blanco, con el mismo agujero, y lo cojo con cinta americana para fijarlo pero que sea fácil de quitar para cambiar la bombilla. Una vez puesto, le pongo el techo sin pegarlo, por el mismo motivo.
Y le pruebo la luz. Queda bien, por lo menos a mi me gusta.
Y ahora como acabado casi final, lo pongo en su suelo que encaja perfectamente, bueno casi. Y ya este es el resultado. Sólo me falta poner unos adornos en la parte frontal a modo de pebeteros, que aún no tengo decidido como serán. Cuando los encuente lo pondré.
Y algunos detalles...
Y hasta aquí el trabajo. En cuanto lo remate, pondré las fotos para ver el resultado final y por supuesto cuando esté ubicado en el nacimiento, porque con casi medio metro de largo a ver como lo ubico. En fin, algo se hará...
Hasta pronto.